Hoy en todo el mundo las trabajadoras sexuales reivindicamos el 2 de Junio como el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, un día para recordar a la sociedad que somos mujeres libres y con derechos. Se conmemora debido a que en el año
1975, 150 mujeres trabajadoras sexuales ocuparon la Iglesia de St. Nizier en
Lyón (Francia), para exigir el cese de la violencia policial. Estas mujeres
resistieron durante una semana, hasta el 10 de junio, dónde fueron
violentamente reprimidas. La justicia nunca investigó la represión que
sufrieron aquel día, ni la que denunciaban. A pesar de esto, el pueblo francés
las protegió y apoyó su huelga, reconociendo por primera
vez a las trabajadoras sexuales
como mujeres con derechos. Este es el primer registro histórico de una huelga
de trabajadoras sexuales de tanta magnitud.
La Asociación Sala conmemoró la fecha presentando un borrador del proyecto de ley sobre el trabajo sexual en el Salón de Beneméritos de la Asamblea Legislativa. En el evento se discutieron los principales puntos del proyecto, que involucran la creación de una Política Nacional de
Protección al Trabajo Sexual Autónomo y la conformación de un Consejo Nacional de Protección al
Trabajo Sexual Autónomo, se propone que ambas figuras sean amparadas por el Ministerio de Trabajo. Se contó con la participación de Marco Castillo, asesor de la diputada Ligia Fallas, y de la diputada Sandra Pisk (PLN), ambos anuentes a apoyar la presentación formal del proyecto.
El proyecto aún está en construcción, por el momento se está coordinando con mujeres trans, hombres trabajadores sexuales, así como a personas trabajadoras sexuales de provincias alejadas a la capital para que formen parte del mismo, además se cuenta con la supervisión de la Red de Trabajadoras Sexuales
de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex).
Mundialmente se están logrando avances en el reconocimiento de los derechos de las personas trabajadoras sexuales y es hora de que en Centroamérica se haga escuchar la voz de las personas que ejercen este trabajo.
Recientemente
Amnistía internacional hizo un llamado para que se adopte una política nacional
que trate de conseguir la mayor protección posible de los derechos humanos de
las personas que ejercen el trabajo sexual a través de diferentes medidas entre
ellas, la despenalización del trabajo sexual.
En
el 2012 la Comisión internacional de VIH y derechos, dependiente del Programa
de las Naciones Unidas (PNUD) estableció que “la penalización, junto con el
estigma social hace de la vida de las personas trabajadoras sexuales más
inestables menos seguras y más riesgosas en términos de VIH”
También
en el 2012 la organización Mundial de la Salud
recomendó que los países despenalicen el trabajo sexual e instó a
mejorar el acceso a la salud. Igualmente en el 2010
La Organización Mundial del Trabajo aprobó la recomendación 200 que comprende
una serie de medidas para disminuir el impacto de VIH, el documento vela por el
respeto a los derecho humanos, por la igualdad de género y el empoderamiento de
las mujeres.
De
América Latina, Uruguay es el único país que cuenta una ley, pero solo hace
hincapié en el aspecto sanitario del trabajo y establece lugares y ámbitos para
ejercerlo, esta ley termina beneficiando al proxenetismo y no a las mujeres
trabajadoras sexuales. En Colombia, este año se creó SINTRASEXCO; el primer
Sindicato del mundo conformado y dirigido por mujeres trabajadoras sexuales, y
reconocido por el Ministerio de Trabajo.
Por otro lado en Costa Rica, el trabajo sexual no es ilícito, pero tampoco está legalizado,
es decir existe un vacío legal, lo que provoca que las personas que lo ejercen
estén expuestas a explotación, precariedad, discriminación y a la
arbitrariedad policial e institucional. La falta de normativas provoca un
desamparo legal que imposibilita a las mujeres gozar en pleno sus derecho
humanos.
La Sala reconoce que este es un tema complejo, que una normativa para el trabajo sexual no puede
tomarse a la ligera, hay que tomar en cuenta a las diferentes poblaciones que
ejercen el trabajo sexual y las necesidades de cada una. Es por esto que el pasado 2 de junio compartimos los avances que se han realizado en la materia, para fortalecer el proyecto y para que otras instancias o poblaciones que desean adherirse a nuestra lucha, lo hagan.
No
queremos seguir siendo invisibilizadas, somos TRABAJADORAS sexuales, ejercemos
porque queremos y lo hacemos de manera autónoma, el trabajo sexual no es igual
a trata, es un medio mediante el cual satisfacemos nuestras necesidades básicas
como cualquier otra persona lo hace, por tanto, exigimos una legislación que
nos reconozca como personas trabajadoras, un Estado que vele por nuestros
derechos. Mientras esto sucede, seguiremos organizándonos, buscando el cese de
la violencia, el cese de la discriminación, el cese de todas las agresiones.
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Sandra Pisk en la presentación de Proyecto de ley sobre el Trabajo Sexual. |
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La Asociación La Sala en el Salón de Beneméritos conmemorando el día intenacional de las trabajadoras sexual. |